jueves, 8 de diciembre de 2011
Que ser valiente no salga tan caro; que ser cobarde no valga la pena.
Y soy feliz. Como hace mucho tiempo que no lo era... Culpable sólo de la inscripción que ocupa toda la fachada de su casa. Y ahora ya no tengo dudas. No tengo remordimientos. No tengo pasado. Sólo tengo unas ganas enormes de volver a empezar. Y de ser feliz. Contigo. Hasta lo he escrito: " Tengo ganas de ti."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)






No hay comentarios:
Publicar un comentario